Soy su amante desde que la conocí en el tianguis y a cada rato se viene a mi depa por verga. Es una señora infiel gritona y la forma en que me la cojo la vuelve loquita. Ella se dedica a vender su mercancía en los mercados sobre ruedas y ahí mismo la conocí, un día que salí de casa con toda la intención de ir de cacería. La vi tan solita vendiendo que se me hizo una presa fácil de cazar y, como las maduras son mis favoritas, fui directo a ella para poner aprueba mis técnicas de seducción.
Desde que le puse el ojo a esta vieja, supe que sería mía. Tan solo basta con aplicar una buena labia para que una mujer como ella caiga redondita a los brazos de un macho que está a dispuesto a cogérsela y hacerla suya. Y es que este tipo de mujeres maduras por lo general ya están muy abandonas, rara vez sus maridos se las cogen, por eso es fácil que sean infieles con cualquiera que les ofrezca verga. Esta señora infiel gritona sabe muy bien que cada vez que viene a mi depa, acabará llena de placer.
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