Al principio no quería, decía que era casada y que era pecado, que el evangelio decía no se que cosa, pero esta señora evangélica culona al final terminó siendo cogida bien duro por mi mientras su esposo trabajaba. Así son estas mujeres religiosas, se muestran bien santitas, pero en el fondo se mueren por pecar y probar las delicias del sexo y el adulterio. Solo es cuestión de saber tratarlas para terminar convenciéndolas de llevarlas a la cama. Solo escuchen lo rico que gemía esta nalgona mientras le metía mi verga de a perrito. Sin duda alguna andaba bien deseosa.
Con esa cogida que le estaba dando la elevé al cielo y por primera vez en su vida se estaba comportando como toda una zorrita en la cama. Y es que una señora evangélica culona solo tiene sexo de misionero con su esposo, algo que con el pasar de los años se vuelve aburrido y nada placentero. Es por eso que digo que estás religiosas se mueren por encontrarse un macho que las haga desatarse para ser convertidas en putas.
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