A ella no le gusta ir a los hoteles, siempre me la cojo en donde ella vive con su esposo e hijos. Es una ama de casa infiel, y está bien sabrosa la condenada. Le gusta que vaya a cogerla a su casa porque el cornudo de su viejo trabaja todo el día y llega hasta la noche. Sus bendis aun no tienen la suficiente edad para darse cuenta de las puterías que hace su madre, así que tenemos todo el tiempo del mundo para coger con tranquilidad. Y es que, si no fuera por mí, no tendría casi sexo.
El cabrón de su esposo siempre llega cansado del trabajo y no le da por la noches, siempre se tiene que esperar hasta el domingo para que se la coja. Por esa razón no tuvo más remedio que conseguirse a otro hombre para que cumpliera el rol macho con ella. Lo que esta ama de casa necesitaba con urgencia, eran unas buenas culeadas diarias, que le metieran la verga con gran dureza y que la trataran como una perra mientras era cogida. Conmigo consiguió todo eso, es por eso que no deja de meterme a su casa.
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