Dice esta zorra gordibuena que ya me extrañaba, la cité en un hotel para tener un encuentro y coger bien rico, y si vino. Es una mujer casada infiel, nos conocimos hace algunos años en el mismo trabajo y desde entonces no hemos parado de tener contacto. Desde ese entonces me la estaba cogiendo, siempre ha sido bien puta y cachonda y no siente ningún remordimiento de engañar a su esposo. Podría decirse que yo soy su amante de planta, ya teníamos un buen rato sin vernos y este fue nuestro primer encuentro después de mucho de no estar juntos.
Tanto ella como yo ya estábamos con muchas ganas de vernos, de revivir los viejos tiempos de placer y lujuria, la verdad es que nunca nos cansamos el uno del otro, siempre es todo un placer el reunirnos a escondidas para coger, sobre todo sabiendo que ella es la esposa de otro. Yo en lo personal ya me moría por probar de nuevo su deliciosa panocha húmeda, es lo primero que hice cuando se acostó en la cama y se quitó los pantalones, me bajé directo a mamarle la raja a la puta casada infiel.
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Casadas Infieles
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