Ella me mete a su humilde casa sin repellar, cada vez que necesita dinero y su marido no está. Aquí estoy clavándole la verga a mi vecina putipobre mientras trae puesta una sexi lencería de color rojo. Así me recibió ella luego de que me mandara mensaje por whatsapp, diciéndome que estaba disponible para un encuentro. En pocas palabras, la muy putita se anda prostituyendo conmigo porque sabe que me trae loco y estoy dispuesto a pagarle bien con tal de cogérmela. Es a lo que ella tiene que recurrir porque, con lo que gana su marido, apenas les alcanza.
Mi vecina putipobre utiliza el dinero que yo le doy para darse sus gustitos de Shein, para sus uñas y su cabello. Y es que en estos días a cualquier putita de clase baja puedes traerla a tus pies con tal de satisfacerla con cosas materiales, aunque sean mujeres casadas como esta zorrita a la que estoy clavándole la verga en posición de perrito en su propia cama, y haciéndola gemir bien rico de placer.
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