Me llevó a una mujer madura del gym al motel para cogermela. La perra es casada pero el pendejo de su marido ya ni le hace caso. No le quedó de otra que venir al gimnasio para agarrar macho. Salió de la ducha en tanga y la verga se me puso como un poste de luz. La agarré a la fuerza del brazo y la puse en cuatro sobre la cama. Le corrí la tanga amarilla, me escupí la mano y le mojé la panocha. Le di una primera penetración un tanto dura para que le quede bien en claro quien mandaba. Comenzó a dar ricos gemidos y mi trozo se ponía cada vez más duro. Se veía tan rico que tuve que tomar mi cámara y filmar ese momento. En realidad me arrepiento de no haber filmado todo. Tenía ganas de coger y nada más. Pero luego de eso, le seguí dando duro hasta que le tiré todos los mecos adentro. Le quedó la raja chorreando semen. Por supuesto que se enojó ya que se tuvo que duchar de nuevo. La madura nalgona infiel de 38 años que va al mismo gimnasio que yo es toda una puta. 16114 01:03
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