La convencí de venirse a mi departamento conmigo y terminé cogiéndole la boca a la señora del mercado que conocí mientras le compraba en su puesto de comida. Se la usé como si se tratara de su panocha y se sintió tan rico hacerlo, sabiendo que apenas teníamos unas cuantas horas de habernos conocido. Mientras ella me preparaba la comida y me la servía , yo le saqué una buena platica, de esas que ponen bien cachondas a cualquier mujer con ganas de sexo, y al final, cuando la vi muy dispuesta a todo, le propuse que se fuera conmigo.
Sin duda aquel día me encontré a toda una joyita, no me fue muy difícil llevarme hasta mi cama a esta señora del mercado para meterle la verga y hacerla mi puta. Yo creo que se trataba de esas viejas que en casa ya no cogen para nada con sus maridos, es por esa razón que cayó redondita con mi labia y se animó a tener sexo conmigo ese mismo día que nos conocimos. Estaba muy urgida de verga, se podía ver con claridad mientras yo estaba cogiéndole la boca, al mismo tiempo que la grababa en pov con mi celular.
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