Que golosa y puta resultó mi compañera de trabajo. Es una tetona morena y se puso a chupármela en el baño de la oficina. Me decía que qué vergota tenía yo mientras me daba unas chupadas riquísimas, como si fuera su primera vez mamando después de mucho tiempo. Es por eso que me encanta coger con gordas feas, porque son bien calientes y no tienen pena de mostrar lo atrevidas y putas que son. Tal vez con esa actitud desenfrenada en el sexo buscan la aprobación de los hombres, por eso esta piruja ni tiene reparo en actuar como prostituta.
6275 02:51
Categorías
Gordas Mamadas
Etiquetas
arrechaschichonasGORDAmadurasMEXICANASNinfomanassexo oral