Ella misma me dice que es mi puta y que le encanta mi verga. La esposa infiel de mi compadre vino a mi casa para estar conmigo en la cama mientras este se encontraba en el jale. Es toda una piruja cachonda adicta a los machos, la palabra fidelidad no la conoce, ya que siempre anda de puta con los cabrones que trabajan en la construcción, sobre todo si son los compañeros de su marido. Los cuernos que le ha puesto son inmensos, pero yo me quedó calladito porque también me la ando cogiendo a la tremenda zorra caliente.
A mi compadre lo conozco desde morros y, desde que nos venimos juntos de México para Estados Unidos, siempre hemos trabajado juntos. La lealtad con él ha sido incondicional, pero todo cambió cuando se consiguió a esta mujer para casarse. Desde que me la presentó me entraron unas ganas de traerla a mi depa y culearmela como se debe. La vi e intuí de inmediato que era tremenda puta y no me equivoqué, la esposa infiel de mi compadre acabó en mi cama y terminé haciéndola mía.
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