Se gastó todo el dinero que su esposo le dio para la renta y no tuvo de otra que pagarme con su culo. La inquilina vino a avisarme personalmente a mi departamento que no tenía con que pagarme lo del mes, así que la hice pasar para cobrarle de una vez con sexo. Era obvio que había venido a verme para intentar pagarme de otra forma, la desesperación la hizo tomar esta medida drástica, ya que no quería que su esposo se enterara de que se había gastado la plata. Al final salió ganando porque le di una gran cogida.
La empiné sobre una silla de madera que tenía ahí en mi depa, le unté aceite sobre sus gordas y deliciosas nalgas y le dejé ir toda la verga hasta adentro de su panocha. Después de unos cuantos minutos de estármela culeando se la saqué y le puse lubricante en su culo para hacerle un anal. Ella al principio estaba muy quieta, dejando que hiciera con ella lo que quisiera, pero poco a poco fue sintiendo placer y comenzó a gustarle como me la estaba cogiendo. A la tímida inquilina al final la hice tener multiorgasmos y quedó muy contenta.
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