Tenía muchas ganas de culearme a esta señora gorda de culo grande y gordo. Se trata de la tía de mi esposa, la invité a coger a la casa y la hice gritar delicioso con la rica metida de pija que le propiné mientras estaba empinada sobre el sofá. Ella vive a tres casas de la nuestra, siempre anda viniendo a visitarnos, pero está vez solo vino a visitarme a mí para que le diera un buen castigo con mi enorme miembro. Pero antes de penetrarla me lo estuvo chupando como toda una puta adicta a las vergas bien grandes.
Mi mujer y mis hijos no estaban, se habían ido a visitar a la abuela todo el fin de semana, así que tenía todo el tiempo del mundo para cogerme a esta gorda caliente y satisfacerla como se debe. Sin duda tuve mucha suerte que aquel día la tía de mi esposa viniera a tocar a la puerta, porque yo me encontraba solo y era mi gran oportunidad de por fin tirármela. Primero la hice pasar y le invité un café, y en cuanto hubo más confianza entre nosotros la invité a coger, a lo que ella no se negó.
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