A la vieja cachonda de mi madrastra la encuentro masturbándose y acabamos cogiendo antes de que mi padre volviera de su trabajo. Ella estaba sola en casa, super caliente, dándose placer con sus dedos, cuando de pronto yo llegué de visita a darle un servicio sexual. En cuanto abrió la puerta y me vio se sorprendió tanto, ya que ella no sabia que yo trabajaba de prostituto. Al principio le reclamé por estar contratando ese tipo de servicios, engañando descaradamente a mi padre, pero, como buen profesional, no me negué a darle verga, para que la chupara, ni a cogérmela.
Después de que ella me hizo una rica felación la alcé el vestido y le quité las bragas para empinarla sobre ese sillón, en donde la zorra estaba dándose placer solita, y así en esa posición le di una buena culeada bien dura, como se merece, por ser toda una puta traviesa. De a perrito le metí la verga bien duro a mi madrastra cachonda, rebotándole los huevos sobre sus grandes nalgas, hasta que al final se la saqué y me quité el condón para salpicar toda mi leche sobre de ellas.
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