Esta zorra madurita de 34 años que tengo en cuatro, metiéndole la verga, es la tía de mi primo y andaba bien ganosa de probar colágeno fresco de un chico de 19 como yo. Me entregó las nalgas en el cuarto de un hotel barato del centro y me dejó meterle la verga a pelo por su panocha toda húmeda, dejándomela toda embarrada con sus ricos fluidos. Al final, después de estar revotando mis huevos morenos por sus ricas nalgotas blancas, me vine adentro de ella, eyaculándole una gran cantidad de esperma. Ella estaba tan caliente que no le importó.
Fácilmente pudo quedar embarazada, pero era un riesgo que la puta estaba dispuesta a pasar con tal de que le diera de mi colágeno. Y es que los chicos de mi edad son la nueva obsesión de las mujeres treintonas, nos buscan por nuestro preciado esperma joven para sentirse más rejuvenecidas. Es por eso que la tía de mi primo me buscó, para que me la cogiera y le diera toda mi leche.
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