Mi madrastra se puso a limpiar en puras bragas y un mandil, mostrando ese culote que me traía loco desde hace rato. La muy zorrita sabía lo que hacía, provocándome con cada movimiento de cadera, con cada agachada para limpiar. No podía resistirme, su cuerpo bbw me llamaba a gritos, así que aproveché que mi viejo no estaba y me le lancé, listo para darle una gran cogida.
La muy cerda estaba urgida de verga joven, así que ni bien la llevé a mi cuarto, se agachó y empezó a mamarme el fierro como si fuera la última vez. Nos besamos con pasión, nos devoramos como animales en celo. Le quité ese cachetero de encaje azul que tanto me ponía y la empiné para darle una culeada que la hizo gemir como una verdadera puta.
La verdad es que esa gordita bbw sabrosa sabe cómo menearse, cómo pedir más y más. Le di duro, le di rico, la hice gozar como nunca antes lo había hecho. Sus gemidos resonaban en mi habitación, eran música para mis oídos.
Así que ya sabes, compa, si tienes una madrastra como la mía, no te hagas el desentendido cuando te esté provocando con sus encantos. ¡Aprovecha la oportunidad y dale lo que tanto desea, una buena cogida! ¡Que vivan las madrastras putas, carajo!
3399 10:46
Etiquetas
arrechasCogidasCogiendogordibuenaLatinas XXXmadrastrasmaduras XXXmamandosexo oralurgidas