En este video caliente, te contaré cómo me aventé la misión de chingarme a la doña que vende sus platillos en el mercado. Después de cruzar un par de palabras, la invité a echarse un palomazo en mi lugar y ¡al toque! La convencí de venirse a mi nido para darle una cogida a la vieja nalgona.
La señora estaba más salida que un cable pelado, se notaba que tenía ganas de un buen palo y no tardó en lanzarse a la acción. La puse en posición de perrito, en mi cama, para gozar de su trasero gordo, ¡vaya nalgas que se carga la vendedora! ¡Un festín para mis ojos y verga!
Así que en cuatro, cual perrita urgida por sexo, me chingué a esa vieja arrecha y le di una buena ración de verga sin freno. ¡Le dije que le daría bien, y vaya si le cumplí! Mi pene entraba y salía por su panocha toda caliente y mojada mientras ella movía bien rico ese culote.
¡La doña puede vender su comida, pero en mi mercado, soy yo el que le satisface el hambre de sexo sin límites! ¡Una tarde memorable de pura lujuria y ansias desatadas! ¡Una cogida para recordar hasta en la misa del domingo! ¡De esas que te cambian la perspectiva!
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