Esta vieja puta es mi comadre, después de una fiesta familiar se comió mi verga y yo su panocha. Es la madrina de mi hija y me la cogí en su casa, ya que ella vive sola porque su esposo trabaja en los Estados Unidos y sus dos hijos ya están casados. Después de la pachanga ella acabó un poco borracha, así que me comprometí a llevarla sana y salvo hasta su hogar, en donde me convenció de pasar cuando llegamos. Estábamos solos y vio una oportunidad de quitarse las ganas conmigo, algo que por supuesto no iba a desaprovechar.
Tan solo véanla, está buenísima la condenada. Tiene un perro culazo que siempre quise comerme y, al verla bien ganosa y con ganas comerse mi verga, no dudé en entrar a su casa para chingarmela. Al cabo que mi mujer ya se había ido a casa con mis hijos. Todo comenzó en la sala, en donde la madrina de mi hija se agachó para chupármela después de que yo ya me había sacado los pantalones. Después nos fuimos a su cuarto y le mamé la panocha hasta acabar metiéndole la verga bien adentro. Al final me montó y acabamos juntos.
6243 05:43
Categorías
Amateur Culonas Gordas
Etiquetas
AmantesarrechasCogiendoCulos grandesmaduras infielesmexicanas caseros xxxNalgonassexo oralurgidas