Por fin conseguí convencer a mi cuñada Cecilia de coger conmigo y en nuestro primer encuentro me montó riquísimo. Tiene unas tetas firmes y redondas bastante jugosas y una carita de diabla adicta al sexo prohibido. Ella es la hermana de mi esposa y también es casada y con hijos, pero eso poco le importó a la piruja a la hora de revolcarse conmigo en la cama. Desde que nos conocimos por primera vez hubo, en la casa de mis suegros, hubo un intercambio de miradas entre y ella y yo bastante interesante, hasta que me animé a ofrecerle sexo.
Desde aquellas miraditas supe que mi cuñada Cecilia ya era mía, aunque después de eso tuve que esperar más de un año para decidirme a hablarle a escondidas. Todo valió la pena en el momento en que la tuve montada sobre mí, clavándose mi pene en su vagina mientras yo la grababa en pov moviéndose rico y haciendo gestos de placer. Lo que más me encantó sin duda alguna fueron sus ricas tetas firmes y bien redonditas que no podía parar de admirarlas. La hermana sabrosa de mi esposa por fin me la estaba cogiendo y fue bastante sublime.
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Tetonas
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