Un palito inesperado con esta zorra nalgona, la hermana de mi mujer, con el vestido puesto. Mi cuñada vino de visita y mi mujer no estaba, así que aproveché esa gran situación para por fin comerme a esa putita sabrosa que tanto había deseado. Siempre tuve fantasías de acabar en la cama con ella y esa gran oportunidad no la podía desperdiciar. La hice pasar al departamento, con la mentira de que ya estaba a punto de llegar la susodicha, le ofrecí un café y comencé a hacerle platica. Todo con la intención de que agarrara confianza conmigo.
Poco a poco fui haciéndola sentir más cómoda hasta que llegó el momento idóneo de ser más aventado y confesarle todo lo que sentía por ella. Fui muy atrevido pero al final salí ganando, y cómo no, si luego luego se ve que a le encanta la verga a esta zorra. Desde el momento en el que se apareció en la puerta de mi casa, con ese putivestido, supe que iba a a terminar cogiéndomela. Al final solo me quedó agradecer al universo por aquel día que mi cuñada vino de visita mientras mi mujer no se encontraba.
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