Ella no quería serle infiel a su esposo, pero después de una pelea que tuvo con él se animó a darme el culo. Mi tía nalgona andaba dudosa de si meterse conmigo o no, cada vez que me acercaba a ella era para decirle lo mucho que la deseaba y lo entusiasmado que estaba por cogérmela. Es una mujer con la que llevo una relación muy de cerca y nos tenemos mucha confianza, ya que desde pequeño fui su sobrino favorito, así que por eso me animé a confesarle todos mis deseos por ella, hasta que finalmente pudo corresponderme.
Ella igual tenía muchas ganas por mi, sentir toda mi verga adentro y comérsela con su boquita, sobre todo porque mi tío ya la tenía muy abandonada en la cama y andaba urgida, pero, a pesar de todo eso, ella lo seguí amando y no quería andar de puta poniéndole los cuernos. Todo eso cambió tras una discusión fuerte con él, mi tía nalgona de cuerpo chubby se vino directo a mis brazos a buscar consuelo y yo aproveché para hacerla mía y culearmela como siempre deseé hacerlo. Me la llevé a un hotel y ahí me dio su rico culo.
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