Ya no aguantaba más, esta linda monja madurita estaba bien urgida por tenerla adentro, así que rompió su voto de castidad y se puso a coger con el pastor mientras estaban en una oficina a solas. Los dos se dispusieron a tener una relación carnal, sabiendo que estaban pecando y cayendo en la lujuria. Pero es que de solo verle la cara a la mujer, nos podemos dar cuenta lo necesitada que estaba de sexo y afecto. Era inevitable que no cayera ante la tentación de ese pastor pecador y lleno de perversión. Se aprovechó de la pobre cenobita necesitada.
Primero fueron besos, caricias ya arrumacos, lo que provocó que la monja se pusiera más cachonda de lo que ya estaba. Así que se alzó el hábito y se descubrió las tetas para poner a ese cabrón a chuparlas. Para ese momento la religiosa ya estaba completamente entregada a la lujuria, no había vuelta atrás. lo que seguía era alzarse la falda y bajarse las bragas para que le entrara toda la verga hasta adentro. Sin duda fue un momento lleno de mucho placer para ella.
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