Le pregunté si le gustaba mi verga, ella me respondió: "Si, no mames!". Tengo un pitote gordo y enorme, y la mujer de mi hermano no paraba de chupármelo, estaba fascinada, no quería despegarse de él. Vean como al principio ella trata de metérselo entero a la boca, no pudo, pero si le entró casi todo hasta la garganta. Esta era nuestra primera vez cogiendo, la convencí por fin de hacerla mi puta, ella se hacía la difícil, pero terminó cayendo a mis pies. Se vino a meter a mi departamento y aquí la puse a mamar mi miembro bestial.
Me decía que estaba difícil de comérmelo, por el gran tamaño que tenía, pero aun así la tremenda zorra de la mujer de mi hermano hacía su mejor esfuerzo para darme una rica chupada y complacerme. También le gustaba chuparme los huevos, y hasta el ano, la perra sucia estaba descontrolada conmigo, no se imaginaba que su querido cuñado tenía un pitote así de grande. En cuanto lo vio, quedó muy asombrada, solo quería chupármelo por un gran rato y no parar.
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Infieles Mamadas
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