Vieja sabrosa, siempre que iba a mi casa se me paraba la verga de solo verla. Tenía fantasías con ella hasta que por fin pude cogérmela. Es la amiga de mi mamá, su nombre es Digna, es una señora de 53 años y tiene un culo enorme y hermoso. Ella siempre fue esa mujer a la cual yo quería llevar a la cama para poder darle verga hasta más no poder. Mi mayor deseo era chingarmela duro, comerme su culote y llenarla de placer. Afortunadamente todo eso se me cumplió el día que ella me pidió un aventón hasta Tijuana.
Así que emprendimos el viaje ella y yo solos, en mi minivan, hasta que logré convencerla en el camino de tener sexo conmigo. Nos estacionamos y nos pasamos a los asientos traseros del auto, en donde ella me puso sus nalgotas en cuatro para culearmela riquísimo. Se sentía tan delicioso estar empujándole la verga hasta adentro mientras que sus nalgas rebotaban de lo lindo, todo eso me puso hasta el tope de caliente. Después tuvimos que parar porque casi nos cachaban, pero después nos fuimos a un hotel para seguir cogiendo. Todo terminó con una gran deslechada adentro de ella.
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