Nos hicimos muy buenos amigos desde que la conocí en el templo y acabamos siendo amantes. Vean como esta señora evangélica casada me está mamando la verga en un hotel, en nuestro primer encuentro sexual, luego de que salimos de la misa. Ya teníamos muchas ganas de estar juntos cogiendo bien rico y sin inhibiciones, sobre todo ella, ya que su esposo es el único hombre con el que ha estado en toda su vida y ya estaba bastante aburrida de él. Tanto años siendo fiel a su matrimonio, ya le urgía probar nueva carne a esta madurita super cachonda.
Desde que me saqué la verga se puso a mamarla con mucha pasión, estaba fascinada comiéndomela, como una pequeña con juguete nuevo. La putita infiel me la lamía con todo y huevos, como toda una gatita, y se la metía a la boca intentando tragárselo todo, pero por el grosor de mi pene solo le cabía la cabeza y un poco más. En eso momento a ella se olvidó por completo que era una señora evangélica casada, la lujuria se apoderó de ella y solo quería gozar cogiendo conmigo.
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Infieles Mamadas
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