La conocí en la escuela, es mamá de una compañera de mi hijo y me la ligué hasta acabar cogiéndomela. En su casa me la cogí a la señora infiel y mientras le metía la verga, a puro pelo, sin preservativo, me puse a grabar tan grandioso momento, hasta que enfoqué a su cara y ella se apenó. De inmediato se tapó el rostro con la cobija mientras sonreía por la vergüenza. La zorra madura por ningún motivo quería ser reconocida, ya que le estaba poniendo los cuernos a su marido en la misma cama en donde duerme con él.
En esos momentos la señora infiel tenía la casa completamente sola, el cornudo se había ido temprano a trabajar y no regresaría hasta tarde para comer, así que teníamos todo el tiempo del mundo para divertirnos y pasarla muy bien. La abrí de piernas a la orilla del colchón y le metí mi gruesa verga por su panocha peludita, provocándole rico placer a la puta ama de casa madurita. Hasta quise metérsela por el culo mientras ella estaba evitando que le grabara la cara por pena, pero al sentir que no le entraba fácil, desistí de hacerlo.
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Amas De Casa Infieles
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