Desde que su esposo la abandonó no se la habían cogido, estaba muy ganosa de macho y verga, fue por eso que tuve sexo con la hermana de mi mamá, una madura bien sabrosa con culo gordo y tetas grandes. Ella decidió que yo iba a ser quien le quitara toda su calentura y la saciara sexualmente en su propia cama. Aquel día fui a verla porque ella quería que yo le ayudara a mover unas cosas de su casa, pero realmente lo que quería la vieja caliente era estar conmigo a solas para provocarme hasta terminar fornicando con ella.
Y fue justo lo que sucedió cuando llegué... Ella comenzó a estar muy cariñosa conmigo, se me arrimaba mucho y en todo momento me estaba dejando muy en claro que andaba con muchas ganas de coger conmigo. Lo noté muy claramente en su lenguaje corporal, mi tía estaba super jariosa, y al final su plan de seducirme funcionó. Nos fuimos hasta su cama y ahí fue donde por fin tuve sexo con la hermana de mi mamá. Y es que aunque no es una mujer muy bella, siempre le tuve ganas por estar bien culona y tetona.
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