A esta señora infiel ya la tenía bien abierta, metiéndole la verga, cuando de pronto recibe una llamada del cornudo. Su marido le llama mientras me la cogía en el hotel y el muy imbécil ni en cuenta que su mujer estaba siendo penetrada por otro cabrón mientras platicaba con ella. La perra infiel se estuvo aguantando gemir durante toda la llamada pero, en cuanto colgó el teléfono, soltó los gemidos ricos hasta venirse a chorros con un squirt. La situación hizo que la vieja descarada se calentara aún más y es por eso que se vino de esa manera.
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Casadas Infieles
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