Es una señora bien puta y caliente y le encantan los jóvenes llenos de colágeno. Ella es mi vecina casada y me metió a su casa para darme una tremenda chupada de pija mientras me dejaba filmarla frente a un espejo. Su marido estaba en su trabajo y sus hijos jugando en la calle, así que se le hizo muy fácil meterme. Y es que la vieja morocha y tetona andaba con unas enormes ganas de chupársela a alguien, se puede notar por la forma tan desesperada en que se puso a hacerme esa rica felación con su boquita golosa.
Todos los chicos del barrio sabemos lo puta que es la señora, ya que ella siempre que sale a comprar mueve bien rico su culo frente a nosotros, mientras estamos jugando futbol en la calle. Se nos insinúa descaradamente y nos voltea a mirar para ver si alguien se anima a ir con ella a cogérsela. Y al final el que terminó adentro de su casa fui yo, dándole a chupar mi pija a mi vecina casada, una madurita infiel bastante caliente.
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