Un rapidin de pie nos echamos en el pasillo, dándole una rica culeada sin condón. La vecina culona del edificio me entregó su culote redondo y durito y me la cogí a pelo mientras se inclinaba y se recargaba sobre la pared. Sucedió por la mañana, yo iba saliendo de mi departamento cuando la vi solita, barriendo afuera de su depa, así que un saludé y ese simple saludó se convirtió en una pequeña platica, que luego se convirtió en una deliciosa cogida muy atrevida y arriesgada. Por fin, después de tantas miraditas que nos echamos, me la pude coger.
Yo sabía que ella era tremenda puta y que me deseaba, pero yo no había tenido la oportunidad de agarrarla solita, hasta que llegó ese grandioso día en donde pude meterle la verga hasta el fondo, en el pasillo del edificio, aprovechando que no había vecinos cerca y que su esposo el cornudo se había ido recién a trabajar. La razón por la que la vecina culona no me metió a su departamento para coger más a gusto, fue porque había cámaras y además yo ya tenía prisa para ir a mi trabajo, así que cogimos de rápido afuera.
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