Aprovechando que su marido no se encontraba en esos momentos, esta vecina putipobre con hambre de mi verga me llevó atrás de su casa y me la chupó delicioso durante dos minutos, hasta que sintió mi leche caliente salir adentro de su boca y se la tragó todita. La vieja caliente mientras me hacía esa mamada de pito estaba al pendiente de que sus hijos no nos fueran a descubrir. Los peques estaban con ella en ese momento, es por eso que nos tuvimos que enconder en la parte trasera de su humilde hogar para que se pusiera a chupármela.
Fue algo arriesgado y lleno de adrenalina, tal vez por eso es que fue tan rico esos dos gloriosos minutos en donde ella se agachó para llevarse mi pene a la boca y mamarlo como su no hubiera un mañana. Esa fue nuestra primera vez estando juntos, mi vecina putipobre y yo ya teníamos días echándonos miraditas cada vez que yo pasaba por su casa. Cuando por fin me animé a hablarle sucedió todo esto. La cachonda madurita estaba sola con sus hijos, el cornudo estaba en su trabajo, y ella me llevó atrás de su casa para chupármela.
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Infieles Mamadas
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