Mis amigas maduras del trabajo y yo nos aventamos un trío y pude grabar mientras me chupaban la verga al mismo tiempo las muy tragonas, disfrutando de su gran tamaño y grosor. Quedaron fascinadas cuando vieron que la tengo bien cabezona, en cuanto se pusieron a mamar ya no se querían despegar de ella. De inmediato se hicieron adictas a mi miembro enorme, las dos me lo comían con grandiosa pasión, eran como dos nenas probando una paleta de caramelo. Sus labios rozaban entre si mientras estaban chupándome el glande, ninguna de ellas quería perderse mi lechita en sus bocas.
Las putas de mis amigas maduras llegaron bien calientes al hotel conmigo, estaban muy entusiasmadas por coger conmigo y comerme todo el pito con todo y huevos, y al final las muy cerdas pudieron gozar de su sabor y tamaño. Cabe mencionar que las dos son casadas, pero eso poco les importó a estas perras cachondas cuando aceptaron tener un trio conmigo en un hotel. Y es que en el trabajo yo soy el de mayor rango y poder, eso es algo que a muchas empleadas les deslumbra, y nunca faltan las putas que quieren coger con uno.
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