Trabajo en una hacienda y logré que esta hermosa madurita milf, que es la esposa de mi patrón, se escapara al hotel conmigo para coger sin parar y hacerla mi perrita, hasta darle ricos orgasmos. Esta fue la primera ocasión en la que nos atrevimos a estar juntos, yéndonos a tener sexo a escondidas, después de que ella me dejara muy en claro que me deseaba en la cama. Lo máximo que nos atrevíamos a hacer en el trabajo, mientras su marido no estaba presente y los demás trabajadores no nos veían, era besarnos y darnos roses calientes.
Todo cambió cuando por fin logré convencerla de irnos a rentar un cuarto a un hotel, ella no quería por miedo a ser descubierta, pero sus deseos por estar conmigo pudieron mucho más. A la esposa de mi patrón le di verga en la boca y me la chingué delicioso en la cama , haciéndola gozara muy rico y haciendo que se viniera muy delicioso. Al final la hice mía, dejándome penetrarla sin condón y viniéndome adentro de ella.
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