Fui a cogerme la esposa de mi primo, la muy putita me mandó un mensaje por whatsaap diciéndome que estaba solita en casa y que quería que le diera con todo. Así que sin pensarlo dos veces, dejé lo que estaba haciendo y me fui rápido a satisfacer esas ganas de verga y sexo que traía la piruja culona esta.
Cuando llegué, la muy golfa estaba con una tanga morada de encaje que apenas si le cubría semejante culo monumental que se cargaba. Nos fuimos directo a la cama donde duerme con mi primo, y sin rodeos, la zorra empezó a mamarme la verga con una experta que me dejó temblando de placer. Ella se puso en cuatro patas, meneando ese trasero divino y ofreciéndolo como si fuera el plato principal de la noche.
Le aparté la tanguita y me encontré con un par de hoyitos jugosos que pedían a gritos ser penetrados. El ano y la panocha de la esposa de mi primo estaban listos, mojaditos y ansiosos de sentirme dentro de ellos. Parece que la muy guarra andaba con el síndrome de abstinencia porque no paraba de gemir y de pedirme más y más.
Sin duda, esa perrita infiel estaba dispuesta a todo con tal de saciar su hambre de sexo y, ¿quién soy yo para negarle una buena dosis de placer? Menuda sesión de sexo salvaje nos aventamos, sin importar que mi primo estuviera ausente, ella solo quería mi verga y yo estaba más que dispuesto a dársela. ¡Qué rico es darle a una mujer lo que tanto ansía! Y vaya si esta zorrita lo disfrutó, ¡como si no hubiera un mañana! ¡Qué noche de lujuria y perversión nos marcamos! ¡Sin duda, la esposa de mi primo es una puta insaciable!
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