Recibí su llamada y me dijo que fuera a verla rápido porque tenía la casa sola. La mujer de mi primo andaba con ganas de que me la cogiera y de comerme la verga a mamadas, por eso me llamó esa tarde para que fuera a quitarle las ganas, justo después de que su cornudo la dejara a solas para irse a trabajar a otra ciudad por dos semanas. El querido primo apenas tenía unas cuantas horas de haberse ido cuando la puta de su esposa ya le estaba poniendo los cuernos conmigo. Vaya que zorra tan descarada y caliente.
Ya antes me la había cogido a la mujer de mi primo, pero esta era la primera vez que me la estaba cogiendo en su propia casa, algo que siempre había querido hacer pero que ella no se animaba porque tenía miedo de que algún vecino se diera cuenta y fuera con el chisme a contar todo. No se quería arriesgar pero, en esta ocasión, debido a que se encontraba bien caliente, no se aguantó las ganas y me llamó para que fuera a verla de urgencia. Le metí la verga por la panocha y el culo en su cama.
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