La puse en cuatro a la vieja caliente y me la cogí bien rico, de perrito, con su calzón de encaje puesto. Ese día gocé de tener sexo la mamá de mi amigo, doña Laura, en un hotel de paso al que me la llevé. Ella es una madura que estaba bastante desesperada, ya le urgía que alguien se la cogiera como se debe, y yo era el único hombre a su alcance para entregarle el culo y que le diera una buena culeada, ya que su hijo me invitaba muy seguido a su casa y ella aprovechaba para seducirme.
Con miradas muy seductoras me logró conquistar la señora, realmente ya estaba muy ganosa de tener una verga adentro y por eso mismo se atrevió a provocarme, ya que esposo ya se había aburrido de ella y la tenía muy mal cogida. En poca palabras, la mamá de mi amigo estaba bien urgida, su panocha pedía a gritos ser penetrada por un macho, y conmigo consiguió lo que tanto deseaba. Fue en la cama de un hotel de donde pude tener sexo con doña Laura y saciarla de placer. Desde ese momento no he parado de culearme a la milf.
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