Desde que a su esposo lo internaron en el hospital no para de venir todas las noches a mi casa por sexo. Aquí la verás a ella cogiendo conmigo, es mi vecina madura y desde el primer día le brindé consuelo cuando supe que su hombre había tenido un grave accidente en su trabajo. La vieja infiel aprovechó que se quedaba sola por las noches en su casa para venirse a meter hasta mi cama, sabiendo que el cornudo estaba muy lejos, acostado en una camilla, tratando de sobrevivir a su accidente. La muy descarada andaba muy urgida de verga.
Tan solo vean como se atasca con mi miembro en su boca, lamiéndolo de arriba abajo y metiéndoselo entero. Con ella siempre tuve una buena relación de vecinos, pero no fue hasta que su esposo quedó internado en el hospital que terminó ella cogiendo conmigo. Se nos presentó esa gran oportunidad y no la desaprovechamos. Después de la riquísima felación que me hizo, la acosté y la abrí de piernas para meterle la verga por su rica panocha depilada, haciéndola gozar demasiado. Su cara de satisfacción lo decía todo, mi miembro adentro de ella la hacía llenar de placer.
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