La perra sabrosa me agarra a sentones mientras vemos la tele en mi casa. Es mi vecina de culo gordo y aquí la grabo mientras se clava mi enorme verga por la panocha. La traigo bien loquita por mí de tanto placer que le doy con mi gran miembro, es por eso que no deja de venirse a revolcar conmigo. Ella siempre se espera a que su marido se vaya al trabajo para venir a verme, soy su amante joven, el que se la anda cogiendo a escondidas. Dice que nunca antes había probado una vergota así de grande.
A sus 38 años ya le urgía probar un colágeno bien dotado como yo, se sabe que ahora esta de moda en las mujeres de 35 para arriba tener a un novio joven, sobre todo si tiene una gran herramienta entre las piernas. No les importa estar casadas, estas perras harán todo lo posible para conseguirse a uno y coger como perras en celo con ellos, porque son todas unas promiscuas adictas al sexo prohibido. Afortunadamente mi vecina de culo gordo era unas de esas mujeres, y ahora no paro de comerme esas nalgotas que tiene.
1687 00:45
Categorías
Culonas Infieles
Etiquetas
AmantesCogiendoCulos grandesMaduras con Jovenesmaduras infielesmexicanas caseros xxxNalgonasvecina