La puta infiel de mi vecina quería su lechita antes de irse a dormir y nos juntamos en las escaleras de nuestro edificio para que ella pudiera sacarme todo el jugo con una mamada. Ya era muy noche y mi esposa y el esposo de ella estaban en la cama, pero nosotros nos estábamos enviando mensajes, a escondidas, hasta que acabamos haciendo esto. La vecina y yo salimos de nuestros departamentos, sin hacer ruido, y se puso a darme un oral en las escaleras que me hizo deslecharme en su boca. Fue como un bebé... su lechita y a dormir.
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Mamadas
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