La costurera fascinada con mi verga en su boca, me la chupaba con mucha desesperación
Esa manera tan apresurada de mamarla indicaba que no había probado nueva carne en años. Observen a la costurera bien fascinada con mi verga en su boca. La gorda caliente me la estaba chupando con tal regocijo, que no podía esperar el momento en que le echara el semen adentro para saboreárselo y tragárselo. Estábamos solos en la casa de la señora, yo había ido a recoger unas prendas que le di a reparar y me puse a ligar con ella, hasta que la convencí de hacerme una mamada ahí mismo, en lo que sus hijos y esposo no estaban.
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Gordas Mamadas
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