La vieja puta estaba super sedienta de esperma, deseaba una deslechada en su boca, y que mejor que su hijo para esa tarea. Mi mamá quería leche y se puso a mamar mi verga bien rico, yo me senté y ella se agachó a mamármela con todo y huevos hasta que me la puso bien parada y dura. Con ella tengo una relación incestuosa desde hace algún tiempo, a partir de que experimentamos las delicias de tener sexo entre nosotros no hemos parado de hacerlo, se nos hizo una adicción comernos mutuamente. Me encanta hacerla mi puta y darle placer.
Para mí no hay mejor culo que el de mi madre, y para ella no hay mejor verga que la mía. Somos muy degenerados y disfrutamos fornicar como en las películas porno. Desde que yo nací ella siempre ha estado soltera, mi padre la abandonó, así que cuando yo me hice mayor de edad me di cuenta de la necesidad que tenía mi mamá por tener un macho que la hiciera sentir mujer nuevamente. Fue así que comenzaron mis ganas por culeármela y llenarla de satisfacción con mi gran verga. Hasta ahora no me arrepiento de cometer incesto con ella.
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Amateur Mamadas
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