Tuve la oportunidad de quedarme a solas con mi sirvienta culona y me la llevé a la cama, pero antes de meterle la verga y coger, le puse una tanga de mi mujer para que le lucieran más ricas esas nalgotas. Y es que en cuanto se desnudó en mi recamara, me di cuanta de que su culo estaba mucho más grande y sabroso de lo que se le veía con ropa, pero lamentablemente aquel día ella llevaba puesto un calzón nada sexy, así que opté por buscar algo de encaje en el cajón de ropa interior de mi esposa.
Al final me decidí por esa tanga de encaje color rosa e hice que la empleada domestica se la pusiera para que comenzáramos a coger, en lo que mi esposa y mis hijos estaban pasando una tarde de cine y de compras en el centro comercial. La empiné sobre la orilla de mi cama, con la tanga corrida, y sus enormes nalgotas lucían exquisitas, sin duda alguna hice lo correcto en ponerle la ropa interior de mi mujer. Finalmente le metí la verga sin condón a mi sirvienta culona y ella de igual manera comenzó a disfrutar del sexo conmigo.
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